La
evaluación.
“Evaluar es, por lo
visto, una actividad connatural del hombre.”
Anónimo.
La evaluación es conocer el
desarrollo y crecimiento del alumno tomando en cuenta todos los componentes que
intervienen en el proceso enseñanza-aprendizaje. Y para saber si logra
apropiarse de su realidad, confrontándola con otras, logrando un intercambio
enriquecedor y equilibrado, traducido en un aprendizaje.
La evaluación propiamente no son
exámenes, ya que estos solo miden aspectos conceptuales concretos, dejando de
lado aquellos de tipo procedimental y actitudinal, aspectos medulares en el
crecimiento del niño. Evaluar es algo más amplio y complejo, actividad que
logramos con la observación y análisis del trabajo del niño, con exámenes,
tareas, cuadernos, exposiciones, participaciones, etc. En el cual también se
analicen las causas del fracaso y se propongan medidas para superarlos.
Hablamos de una evaluación que
nos de los elementos para mejorar, y nunca para generar competencia entre los
niños, ni mucho menos afectar su autoestima o generarle tensión. Es una
evaluación que se suma a la idea de trabajar por una educación integral y no
sólo cognoscitiva.
Pero también existe otro aspecto
más de la evaluación descuidado por muchos, y es la auto-evaluación. La cual
haga ver a los niños que lo importante es la honestidad y el aprendizaje como
medio para su desarrollo personal. Y es que la evaluación debe ser un medio de
trabajo que el alumno puede y debe apropiarse en beneficio de su desarrollo
como individuo pero también como ciudadano.
Por Alejandro
Valdés Hernández.
3º “C”
Licenciatura de Primaria.
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