Ernesto Zedillo Ponce de León fue
presidente de México de 1994 al año 2000. Nació el 27 de diciembre de 1951 en
la Ciudad de México, siendo el segundo de seis hermanos de una familia
encabezada por un electricista. A temprana edad la familia se mudó a la ciudad
fronteriza de Mexicali, donde realizó sus primeros estudios antes de regresar a
la capital del país para cursar el bachillerato y regresar como licenciado en
economía del Instituto Politécnico Nacional.
La presidencia de Ernesto Zedillo
estuvo marcada por la crisis financiera más severa de la década con
repercusiones internacionales llamada Efecto Tequila. Tras ser investido presidente
el 1 de diciembre de 1994, se enfrentó a una crisis económica inmediata, cuando
los inversores extranjeros y nacionales perdieron la confianza en un peso sobre
valorado, provocando, en pocas semanas, la caída de su valor en más de un 40%
frente al dólar.
La libre flotación causó una fuga
masiva de divisas ante la situación política del país: levantamiento del Ejército
Zapatista de Liberación Nacional, asesinato de Colosio y otros políticos, etc.
El precio del dólar incrementó
cerca del 100% inmediatamente, causando quiebras de miles de compañías,
desempleo y que muchos deudores se vieran impedidos de pagar sus deudas. El
gobierno de Zedillo ideó el Fondo Bancario de Protección al Ahorro FOBAPROA
para apoyar a la banca nacional contra los deudores.
El resto del sexenio de Zedillo
vio una sorprendente recuperación del empleo y una sana administración de la
economía mexicana. En el terreno político la izquierda consiguió sus primeras
gubernaturas y, al final de su mandato, se convirtió en el primer presidente
emanado del PRI en reconocer una derrota en la elección presidencial.
Se dedicó a la política educativa,
la mayor prioridad. Se alcanzó la mayor proporción en nuestra historia de recursos
federales destinados a la educación. Se transfirieron más recursos federales a
los municipios. Y se instaló el Consejo Nacional.
Aumentó significativamente las
proporciones de los niños y jóvenes que acuden a la primaria, de los que la terminan,
de los que ingresan a secundaria y la concluyen, y de los que avanzan hacia los
niveles medio superior y superior. La matrícula escolarizada del sistema
educativo nacional llegó a cerca de 30 millones de alumnos, casi 90 por ciento
de ellos en instituciones públicas. Un aumento de la matrícula en zonas
marginadas del país y en los sitios de educación preescolar, secundaria, media
superior y superior. La matrícula de educación superior es ya de más de dos
millones de alumnos.
El número de escuelas llegó a 220
mil, una de cada siete construida en este sexenio. De igual manera se incorporó
la sexta parte de la planta total de maestros, de un millón y medio.
Se ha logrado multiplicar las
oportunidades y opciones de educación superior gracias a la creación de 106
nuevas instituciones públicas de ese nivel. El subsidio a la educación superior
ha crecido 32 por ciento en términos reales desde 1995. El total de los
recursos destinados a ciencia y tecnología aumentó casi 45 por ciento real.
Se ha hecho una inversión sin
precedente para rescatar, restaurar y ampliar el patrimonio histórico del país
así como para apoyar la creación artística y cultural.
Se multiplicaron tres veces y
media el número de desayunos escolares, para llegar a 4.6 millones diarios, y
en 1997 se estableció el PROGRESA, que ya alcanza a 2.6 millones de familias en
56 mil localidades rurales. 1/3 de la población beneficiada es indígena.
Se otorgaron más de 6 millones de
becas de capacitación para el trabajo y se ha establecido un sistema nacional
de competencias laborales que muy pronto habrá de consolidarse.
Se trabajó con los gobiernos
estatales y municipales para profundizar y consolidar la federalización de la
educación básica, normal y especial.
Se dio una reforma de los contenidos
y los materiales educativos de educación básica y normal. Se concluyó la
actualización de todos los libros de texto gratuitos para la educación
primaria. Se dio la edición de libros en lenguas indígenas y sus variantes,
como material esencial para el fortalecimiento de la educación bilingüe. Se han
estado distribuyendo libros de texto gratuitos para secundaria de manera
creciente, y en especial para los alumnos y las alumnas de mayor carencia
económica.
Se ha dado el más decidido apoyo
al trabajo de las maestras y maestros mediante diversas acciones, que incluyen:
el mejoramiento físico y académico de las escuelas normales; la actualización
permanente de los maestros de educación básica; la elaboración y distribución
de libros y materiales de apoyo a la función educativa; el establecimiento de
la carrera magisterial; la apertura de los centros de maestros; y el
mejoramiento progresivo, gradual, de los salarios y prestaciones del personal
docente. Los profesores de las instituciones de educación media superior, y
superior, cuentan también con programas de apoyo a su labor, mediante sistemas
de formación continua y de estímulos a su desempeño.
Se impulsó la participación
social en la educación. Se busca una mayor vinculación de las instituciones
educativas con sus entornos socioeconómicos para alcanzar el desarrollo
integral y sustentable de las comunidades, así como una mejor y sistemática
vinculación de las instituciones educativas con el sector productivo.
Y se estableció la auto-evaluación
y la evaluación externa de las instituciones, programas académicos,
aprovechamiento escolar y de la calidad docente, así como criterios nacionales
para la evaluación de la calidad y la realización de todos estos procesos con
eficiencia, objetividad y transparencia.
Bibliografía.
http://zedillo.presidencia.gob.mx
http://es.wikipedia.org
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