Tuesday, June 4, 2013

Profesionalismo interactivo y lineamientos para la acción

Profesionalismo interactivo y lineamientos para la acción.

No habrá mejora sin maestro.

            El mayor problema es el crear, retener y motivar a los buenos docentes. Pero la clave para la solución a este problema se encuentra en el profesionalismo interactivo, que comprende:

  1. El juicio autorizado como la esencia del profesionalismo.
  2. Las culturas del trabajo en equipo.
  3. Las normas de mejora sostenida donde las nuevas ideas se buscan dentro y fuera del escenario propio.
  4. La reflexión en, sobre y para la práctica.
  5. Una mayor destreza, eficacia y satisfacción en la profesión docente.
  6. Y redefinir el rol de los docentes y las condiciones en las que trabajan.

Se sugieren doce lineamientos conjuntos para evolucionar como docente:


  • Localizar, escuchar y expresar su voz interior.

La individualidad, el tiempo y la soledad son importantes para el desarrollo de las ideas y valores propios.

La enseñanza en clase es de ritmo rápido, lo que puede generar gran estímulo o provocar presión constante. La presión limita el tiempo para reflexionar. La falta de reflexión impide aliviar la presión. Los docentes deberían reflexionar, y reflexionar profundamente; tener el coraje y el compromiso para postergar otras cosas que demandarían el mismo tiempo.

Debemos preguntarnos por los valores y las metas que son más importantes y recordárnoslo, preguntarnos qué nos frustra más y a qué aspiramos. Localizar y expresar nuestra voz interna nos proporciona una gran fuente de energía y claridad para superar la sobrecarga.


  • Practicar la reflexión en la acción, sobre la acción y para la acción.

Se propone desarrollar a un profesional reflexivo.

Cuando los maestros reflexionan, generalmente lo hacen con información limitada. La mayor parte de sus pruebas sobre cómo actúan y han actuado se basan en sus propias impresiones personales. Es necesario obtener una realimentación más amplia, se puede recoger testimonios de los alumnos, ya sea de sus diarios, de evaluaciones sistemáticas, de discusiones individuales o grupales, etc.

La reflexión profunda requiere además otros ojos, otras perspectivas junto a las nuestras. La capacitación entre pares, la enseñanza en equipo, la observación de la clase, y aún ciertas modalidades de evaluación del rendimiento pueden ser un verdadero estimulo para la reflexión. También puede serlo la indagación colectiva fuera de la clase.

La reflexión crítica sobre la intención y el contexto. Significa reflexionar acerca de nuestras intenciones. Y reflexiona, también, sobre el contexto de nuestra enseñanza para saber si nos ayuda a realizar esas intenciones o nos lo estorba.

Es importante concentrar la reflexión no sólo en el aula propia sino en todo lo que directa e indirectamente afecta a la clase, y usar este enfoque como un trampolín para la acción. Se sugieren las siguientes técnicas para desarrollar formas fuertes de práctica reflexiva:



1.      La evocación de imágenes personales positivas.
2.      La lectura profesional.
3.      El diálogo profesional.
4.      Los grupos de apoyo al docente.
5.      La investigación docente.
6.      Las autobiografías y las historias de vida.
7.      Los cursos y las calificaciones avanzadas.




  • Desarrollar la mentalidad de asumir riesgos.

La innovación y la mejora se acompaña de ansiedad y estrés, también implica asumir riesgos. Los tres criterios generales para iniciar la práctica de aceptar riesgos son: ser selectivo (probar con una o dos cosas), probar en una escala pequeña, y asumir un riesgo positivo en lugar de negativo.

Está bien fracasar, siempre que le deje una enseñanza. La pregunta es “¿puedo aceptar mis debilidades e imperfecciones con un buen humor sin arruinar la posibilidad de desarrollarme más? Una vez que aceptamos asumir riesgos, aprendemos más de nuestra nueva experiencia y desarrollamos una confianza profesional.


  • Confiar en los procesos tanto como en la gente.

Las escuelas innovadoras encabezadas por líderes carismáticos suelen recaer en la mediocridad cuando ellos se van.

La confianza en el saber y los procesos ayuda a las organizaciones a elaborar y resolver problemas sobre una base continua en un medio donde los problemas y las exigencias nunca cesan y son cambiantes. Los procesos en los que debemos confiar son los que acrecientan al máximo el saber colectivo de la organización y mejoran su capacidad para resolver problemas, como: la comunicación, las decisiones compartidas, la experimentación, el compromiso, etc.

La confianza en los proceso es abierta, riesgosa. En las escuelas modernas el riesgo se debe aceptar y no evitar. Aceptar riesgos promueve el aprendizaje, la adaptabilidad y la mejora. Las escuelas requieren docentes que depositen confianza en los procesos y confíen provisionalmente en sus colegas.


  • Apreciar a la persona total en el trabajo con otros.

La confianza en el proceso en muchos casos llevará a confiar en las personas. Intentar comprender a las personas con quienes trabajamos es importante para construir estas relaciones. Si no tenemos un trato adecuado con otras personas, aumentamos las posibilidades de conflictos, desavenencias y respuestas o estrategias desatinadas.

En el aspecto personal, seremos más sensibles a las circunstancias presentes y cambiantes de otros. En el aspecto profesional, reconoceremos que existen muchas variantes legítimas de desarrollo docente.


  • Comprometerse a trabajar con sus colegas.

Evite las formas superficiales e inútiles de trabajo en equipo, y de trabajo en equipo al servicio de fines que considera cuestionables, abstractos o injustificables.

Ponerse a trabajar en serio en el desarrollo y la multiplicación de formas más sólidas de trabajo en equipo. El objetivo es siempre: desarrollar y cultivar el profesionalismo interactivo y las culturas del trabajo en equipo.


  • Procurar la variedad y evitar la balcanización (segmentación).

Entre niveles, entre escuelas, entre colegas y entre niños se práctica la exclusión y se generan pequeños subgrupos. La solución es tratar de conseguir cierta diversidad en la acción de los equipos y evitar convertirse en parte de un club exclusivo. Es importante ser sensible a la cultura de la escuela como un todo.

La balcanización genera estereotipos. Los estereotipos fomentan el temor y la actitud defensiva. Es necesario por eso, ligar los equipos de trabajo de cada escuela con redes de colaboración más amplias entre los docentes como profesionales.


  • Redefinir su rol para extenderlo más allá del aula.

Las mejoras del aula dependen de las mejoras exteriores. El docente actual debe asumir la responsabilidad por más del mínimo, por más de lo que ocurre dentro de las cuatro paredes del aula. Cada docente tiene la obligación de contribuir a elevar la cantidad y la calidad de su interacción cotidiana con los otros docentes. Tratar de comprender y mejorar la cultura de la escuela. Cumplir con su papel de líder. De enterarse de las políticas, y de los temas profesionales y de investigación en el contexto más amplio, estatal, nacional e internacional. Y tiene la responsabilidad directa de contribuir a determinar la calidad de la próxima generación de sus colegas.


  • Equilibra el trabajo y la vida.

Equilibrar el trabajo con la vida es una protección importante contra el agotamiento. Además, permite contar con maestros más interesantes y con una enseñanza más interesante.

El profesionalismo interactivo requiere tiempo y apoyo de los administradores. Pero también requiere de los docentes un compromiso y una fijación de prioridades.

Los horarios prolongados, mantenidos durante largos períodos, sólo conducirán al agotamiento. Esto impone fijar prioridades, compartir responsabilidades y recibir buenas ideas de los colegas, etc. Los docentes deben tratar de establecer y mantener un equilibrio entre estas tareas. Los adictos al trabajo y los que quieren hacer carrera no siempre son los mejores docentes.


  • Estimular y apoyar a los directores y otros administradores en el desarrollo de un profesionalismo interactivo.

Ni una persona ni dos podrían hacerse responsables de desarrollar y mantener culturas sólidas de trabajo en equipo. Por esta razón todo docente es un líder. Sin una amplia participación e iniciativa de los educadores totales y de las escuelas totales, simplemente no habría evolución.

El director está en una posición estratégica para ayudar. Esto trae varias consecuencias para los docentes: En primer lugar, deben mantener elevadas expectativas sobre la capacidad de sus directores, subdirectores y otros administradores para modelar un profesionalismo interactivo. En segundo lugar, deben mantener actitudes positivas ante “las faltas” aparentes de interés de un administrador. En tercer lugar, es necesario que los maestros integren, acepten e incluyan con agrado a cualquier nuevo elemento. Y en cuarto lugar, es necesario que ofrezcan su apoyo y respaldo, manteniendo una constante comunicación abierta.

En suma, los maestros deben encontrar variadas maneras de impulsar, respaldar y responder a los administradores escolares en la búsqueda de una mejora continua de la escuela.


  • Comprometerse con la mejora sostenida y con el aprendizaje permanente.

Es necesario concebir al docente como estudiante permanente. Mostrarse predispuesto a aprender y contribuir a que sus colegas lo hagan, como si se tratara de un hábito de la vida cotidiana que se diera por sentado. Adquirir nuevas habilidades, ensayar prácticas, trabajar con otros sobre un proyecto de mejora, tomar cursos y asistir a talleres diseñados con actividades de seguimiento, y evaluar y discutir los resultados figuran entre los muchos ejemplos existentes.

Incluso los docentes deben exigir de sus escuelas y distritos que les provean las oportunidades y los escenarios para aprender.


  • Supervisar y fortalecer la conexión entre su desarrollo y el desarrollo de los alumnos.

El desarrollo del docente y el desarrollo del alumno están en relación recíproca. El desarrollo de los docentes y su adaptación del trabajo en equipo tendrán valor en definitiva si enseñan mejor a sus alumnos de una manera que los docentes mismos puedan comprobar.

Licenciatura de Educación Primaria.
Seminario de Análisis del Trabajo Docente.

Alejandro Valdés Hernández.

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