Texto de López
Austin.

La educación en general poseía ciertas características
únicas para todas las instituciones educativas, ya sea el Telpochcalli, el
Calmécac, el Ichpochcalli o el culcacalli. Entre ellas están:
1.
la universalidad. Para todos sin excepciones.
2.
obligatorias. Derecho y obligación afianzada por
creencias religiosas.
3.
religiosas. Vida y protección para el dios y del dios.
4.
organización jerárquica. Reglas de ascenso en base a la
dedicación.
5.
preparación para la vida y el matrimonio.
6.
define el rol y status del individuo.
7.
disciplinas y contenidos distintos. Desigualdad.
Sin embargo, cada escuela- templo
tiene sus diferencias. El telpochacalli se enfocaba en instruir en el trabajo o
en actividades militares; mientras que, el Calmécac dada enseñanzas política,
de cómo gobernar, de retórica, de tecnología, de astronomía y adivinación, y
parcialmente de religión.

El Calmécac se enfocaba principalmente
en la formación de gobernantes o en el cumplimiento de actividades directrices,
incluso podrían ser sacerdotes.
El Telpochcalli estaba dirigido a
la asignación de oficios según sus habilidades o a las actividades militares.
En cualquier caso, fomentaba el trabajo comunal y el servicio a su gente.
En conclusión, se dedicaban a la
diferenciación de los individuos según sus cualidades, dándoles con ello una
posición (status) y un rol.

Plebeyos: que eran artesanos,
guerreros de bajo nivel, agricultores, escultores, etc. Estos asistían al
Telpochacalli; sin embargo, si demostraban ser realmente capaces, podían
asistir al Calmécac.
Nobles: gobernantes, sacerdotes,
grandes guerreros. Tenían el derecho de estudiar en el Calmécac.

La religión tenia una vinculación
estrecha con todos los aspectos de la ciudad: políticos, educativos, etc. Las
creencias religiosas tenían una fuerte influencia en las decisiones que día con
día se llevaban a cabo.

No era igual para todos los
jóvenes, sin embargo todos tenían responsabilidades. En el caso de los
plebeyos, la disciplina era más flexible, ya que se tomaba en cuenta de que
trabajaban para ayudar en su casa, por lo mismo, podían salir de vez en cuando
del templo e incluso dormitar en otro lugar.
Todo lo contrario para los
nobles: hombres y mujeres. Estos debían permanecer castos, sin aventuras
amorosas, restringidos del exterior, encerrados en las escuelas. En caso
contrario, se les castigaba y deshonraba.

En la ciudad había siete Calmécac
y numerosos Telpochcalli: de 10 a 15 en cada barrio.
El trabajo era concebido como
parte de nuestra naturaleza, no como castigo, y que se tendrá que cumplir aun
después de muerto.
La asignación de oficios, era parte de las escuelas-
templos, y por lo general eran heredadas, enseñados de padres e hijos.
En mi opinión, los valores eran
más sólidos, de está forma se evitaban muchos de los vicios y delitos que
suceden en nuestros días.
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