Tuesday, April 16, 2013

El uso de la lengua escrita como práctica social.


El uso de la lengua escrita como práctica social.

Por necesidad.

La escritura requiere de algo más que letras para serlo. Requiere de una razón de ser, un uso comunicativo y una función social.

Nuestra compresión de lo que es la lengua escrita, así como del qué hacer con ella en la escuela es incompleta, y entonces también lo son nuestras acciones pedagógicas y nuestras expectativas educativas.

La escritura sigue siendo en la mayoría de los casos un objeto escolar, algo que se hace en la escuela y que sirve para hacer lo que a uno le piden que haga allí.

La creación de sistemas gráficos no fue un fin en sí mismo; su creación fue siempre para hacer algo: evangelizar, recopilar leyendas, escribir cartas, llevar cuentas. El desarrollo de cualquier escritura se sitúa siempre en un contexto histórico específico y su uso subsecuente se vincula con procesos sociales más amplios. Es decir, la diseminación y el arraigo de la escritura en una cultura depende de los propósitos de su uso, los actores sociales que la utilizan y las formas de usarla; es el resultado de quién la usa, con qué fin y cómo.

El conocimiento también se constituye ante el uso de la escritura y participando con los demás que también la usan. Lo que significa que la escritura en la escuela tiene que vincular al educando con los usos reales de la lengua escrita: si los niños (y adultos) no encuentran un uso comunicativo y una función social para ella, difícilmente la usarán en espacios distintos al aula.

La escritura se arraiga cuando los usuarios controlan su producción y la utilizan para comunicarse con otros con propósitos propios. Es mediante la inserción de la lengua escrita en la interacción y de mostrar que su uso tiene significado social, que los hablantes la reconocen como práctica social y como parte de su vida comunicativa. Se adueñan de ella, convirtiéndola en una opción comunicativa más.

La convivencia con otros que usan la escritura, la observación de prácticas de lengua escrita y múltiples oportunidades de participar en situaciones en donde ésta se emplea son indispensables para su apropiación. La educación bilingüe y los esfuerzos de alfabetización no pueden restringirse a las prácticas escolares, también importa lo que sucede con la lengua escrita fuera del aula.

Conocer las prácticas de escritura fuera de la escuela a detalle podría ayudar a fomentar la lectura y la escritura dentro de ella.

El interés principal de los maestros fue conocer y fomentar los usos espontáneos de la escritura y las formas de producción escrita locales.

Habría que pensar en cómo vincular el uso de la escritura con la vida de los alumnos, mediante usos más efímeros ligados a la comunicación directa como son cartas, letreros, bitácoras, anotaciones y avisos, entre otros. Sugerencias pedagógicas:

  1. Se permita la interacción entre los alumnos alrededor de la lectura y la escritura.
  2. Usos espontáneos de la lectura y la escritura.
  3. Uso de la lectura y la escritura para recopilar y difundir conocimientos y saberes locales y para comparar.
  4. Invitar a participar a otros miembros de la comunidad.

Para lograr la alfabetización. Hace falta diseminar prácticas comunicativas, reconocer los usos locales cuando los hay, y crear oportunidades para que se desarrollen cuando no los encontramos.

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