La
moral en la educación prehispánica.
En aquellos tiempos era sumamente
importante tener honor y guiarse de la manera más rectamente posible. El que no
lo hacia, vivía desterrado de la ciudad y en vergüenza. Es por esto, que se le
daba mucha importancia al cumplimiento de las normas morales, que desde que entraban
los niños a estudiar con los sacerdotes- maestros, se les inculcaban normas y
se les ponían labores que tenían que seguir y cumplir, como un primer paso en
su formación como hombres maduros.
En el caso de la cultura náhuatl,
esta formación del individuo como hombre maduro, consiste en desarrollar un
“rostro y un corazón”. He aquí la clave en su educación, y que se ve claramente
como la moral influye en la adquisición de estos aspectos.
Ser dueño de un rostro y un
corazón simboliza la fisonomía moral y el principio dinámico de un ser humano.
En ellos se vierten varias cualidades indispensables para llevar una vida
honorable.
He aquí, parte de la labor con la
que tenía que cumplir el maestro. Y se pueden distinguir dos clases. Por una
parte, están aquellos que te ayudan a desarrollar un rostro; y por otra, los
que humanizan y hacen fuertes los corazones.
En el Códice Florentino, se
encuentran varias prácticas útiles, dirigidas a desarrollar el sentido de
obligación y responsabilidad. De esta forma se daba firmeza a la voluntad o al
corazón.
La educación no solo era
religiosa, militar y astronómica, sino también, moral.
Alejandro Valdés
Hernández.
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