Un buen proceso de
composición se caracteriza por los siguientes aspectos:
À
Tomar conciencia de la
audiencia.
À
Planificar el texto.
À
Releer los fragmentos escritos.
À
Revisar el texto.
À
Utiliza unas estrategias de
apoyo para solucionar algunas contingencias que se le presentan.
À
Utilizar las habilidades de
hacer esquemas y resumir textos, relacionadas con la comprensión lectora, para
producir un escrito: para hacer esquemas el autor analiza los marcadores
estructurales del texto y representa jerárquicamente. Para resumir textos el
autor identifica la información relevante del original y la transforma en
frases abstractas, sintéticas y económicas.
Estrategias
de composición.
1.
Conciencia de los lectores.
Ser más conscientes de la audiencia,
dedican más tiempo a pensar en sus características. El hecho de pensar en la
situación de comunicación ayuda a los escritores a generar ideas durante la
composición. Nacían como respuesta a la situación de comunicación planteada.
2.
Planificar (la estructura).
Planifican la estructura del texto, hacen
un esquema, toman notas y piensan un rato en todos estos aspectos antes de
empezar a redactar. Los buenos escritores son más flexibles y tienen más facilidad para modificar los distintos
esquemas del texto. Pocos utilizaban una única forma estandarizada de esquema o
de estructura.
3.
Releer.
Se detienen mientras escriben y releen
fragmentos que ya han redactado. Ayuda a mantener el sentido global del texto.
Para evaluar si corresponden a la imagen mental que tiene del texto, y también
para enlazar las frases que escribirá después con las anteriores.
4.
Correcciones.
Revisan y retocan el texto más veces.
Afectan al contenido del texto, a las ideas expuestas y a la ordenación.
Los escritores mediocres se fijaban mucho
más en la forma que en el contenido cuando corregían. Esta obsesión prematura
por la revisión de la forma rompe el flujo ágil y creativo de las ideas y la
redacción.
5.
Recursividad.
No siempre utilizan un proceso de redacción
lineal y ordenado. En el proceso recursivo la estructura inicial se reformula a
medida que aparecen ideas nuevas que no estaban incluidas al principio. Es
suficientemente flexible para incorporar las ideas nuevas que tiene y para
modificar los planes que había hecho.
Estrategias
de apoyo.
Podemos producir el escrito con los
conocimientos limitados que tengamos, intentando sustituir o evitar aquellos
puntos que desconozcamos. El escrito que produciremos quizá sea coherente y
acabado, pero está claro que no será tan bueno, tan preciso de lenguaje, ni tan
rico de ideas como el que hubieramos podido escribir en el caso de disponer de
todos los conocimientos que nos faltaban.
Ante estas deficiencias intentamos
solucionarlas. Tendremos que dominar algunas microhabilidades complementarias.
Hallar una palabra en el diccionario, una regla de ortografía en una gramática.
O tendremos que poder disponer de algunos recursos mnemotécnicos. El conjunto
de estas microhábilidades complementarias es lo que llamamos estrategias de
apoyo. Decimos que son de apoyo porque no forman parte del proceso de
composición básico y esencial. Solo son estrategias específicas que los autores
utilizan para solucionar las deficiencias de conocimientos que se les van
planteando.
1.
Deficiencias gramaticales o
léxicas.
Podemos utilizar las estrategias
siguientes:
À
Usar el código adquirido.
Podemos utilizar estrategias para intentar recuperar estos conocimientos que se
han borrado formando una laguna de olvido. Un esfuerzo especial de memoria
reforzado con alguna técnica puede obtener buenos resultados. Escribimos en un
papel todas las posibilidades. Recordamos otras palabras que sabemos que se
escriben de igual o distinta manera.
À
Usar reglas aprendidas.
À
Consultar una fuente externa.
2.
Deficiencias textuales.
Se trata de las características textuales de
la coherencia, cohesión, adecuación y disposición en el espacio.
À
Consultar una fuente externa.
Lo más normal es que recurra a textos reales ya escritos buscando ejemplos para
el texto que quiera producir o que utilice alguno de los libros que ofrecen plantillas
estándar para copiar.
3.
Deficiencia de contenido.
Incluye las deficiencias que puede tener el
autor sobre el contenido del texto, sobre el tema del que escribe.
À
Desarrollar y crear ideas. A
partir de los conocimientos que tenga y formar nuevos conceptos, puede analizar
una idea y desglosarla en varias partes. Actos creativos con los que el autor
crea significado.
À
Consultar una fuente externa.
Datos complemetarios.
En textos academicos lo que se dice se
extrae de otros textos, y para hacerlo es muy importante saber leer y resumir
escritos.
1.
lectura y esquemas.
Para comprender un texto y recordar su
información reconstruimos u ordenamos el contenido del escrito en una
estructura abstracta y jerárquica, muy parecida a la macroestructura del texto.
Con el fin de inferir la estructura interna del escrito.
À
Representar jerárquicamente la
estructura del texto marcando relaciones de causalidad y relacionando elementos
que no aparecían contiguos en la redacción del texto.
À
Estrategias de selección de las
frases importantes de un texto. Las frases importantes no son necesariamente
las que marcan el tema de los párrafos ni tampoco las que aparecen en primer
lugar.
À
Facilidad para comprender y
señalar las relaciones causales entre los elementos. Tenían más conocimientos
sobre los marcadores estructurales del texto.
2.
Lectura y resúmenes.
À
Capacidad para discriminar la
información relevante de la irrelevante.
Hay dos criterios básicos para escoger las
frases relevantes de un texto: el del autor (textual) y el del lector
(contextual). El autor da una determinada importancia a cada una de las frases
del escrito y lo marca en la estructura y en la redacción del texto. Asimismo,
el lector también puede seleccionar las frases relevantes en función de sus
intereses o de sus conocimientos, o sea en función de factores contextuales.
Los lectores fluidos pueden seguir ambos criterios y seleccionan las frases
tanto porque el autor las considera importantes, como porque les interesan a
ellos.
À
Las estrategias que usaban para
hacer resúmenes. El tipo de transformaciones que aplicaban al texto para
resumirlo. Dominar la síntesis y la abstracción: creaban frases nuevas que
resumían informaciones, construir coherentemente oraciones nuevas combinando
distintos elementos importantes del texto.
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