“Encuentros Cotidianos de Maestros y Padres en
la Escuela”
La
característica trascendental de los encuentros entre padres y maestros: la
participación de los progenitores. Sin esta, no serían productivas tales
reuniones. Sin embargo, no está dada de antemano; los profesores necesitan
conseguirla y orientarla por medio de las relaciones que establecen con ellos.
Se clasifican
estos encuentros en Informales y Formales u Organizados.
Entre los
diversos acuerdos informales que existen dentro del plantel, encontramos el de
que los progenitores busquen a los maestros de grupo. Estos son los “Encuentros
Informales”, los cuales quedan registrados ante el colegio como una mezcla de
comunicaciones por escrito, conferencias preacordadas, visitas inesperadas,
encuentros casuales y visitas ocasionales de los padres al salón de clases.
Lo interesante es que son pláticas visibles y
frecuentes que están supuestamente impedidas por disposiciones y reglas
establecidas por la escuela. Con el pretexto de no interrumpir a los profesores
durante la clase, se les retiene en la dirección o simplemente se cierra la
reja con candado. Pero a pesar de todo, se evaden estos obstáculos todo el
tiempo y se dan encuentros, a veces no autorizados, a la vista de todos y
dentro de la escuela.
Pero a todo
esto, ¿cuál es la finalidad de los “Encuentros Informales”? La respuesta es
simple, durante las conversaciones los maestros y los padres atienden asuntos
generales relacionados con la vida de los niños en el colegio y del quehacer
dentro del aula. Aquí se produce un interés compartido dirigido al bienestar
del infante.
Se ha clasificado en tres tipos
los “Encuentros Informales”.
v
Diálogos en el umbral de la escuela.
En la entrada del plantel, a la hora de llegada o de salida, los
papás abordan a los profesores, para ser atendidos de manera rápida,
individual y puntal con respecto a las inquietudes sobre la vida de sus hijos,
asuntos que requieren un tratamiento inmediato, por no decir urgente.
v
Conversaciones privadas en los pasillos.
Cuando los catedráticos consideran necesario hablar con los
padres de familia acerca de problemas en los niños que, según, se generan
dentro del núcleo familiar (por lo general conflictos severos y fuertes), se
mandan a llamar a los progenitores para ventilar estas dificultades en privado.
En estos casos, los maestros hablan con los papás
en los pasillos o en el patio, y tratan de indagar la raíz del problema, cosa
nada fácil, que solo se logra cuando se tiene la confianza del padre. De esta
forma, los profesores orientan su trato con los niños dentro del aula.
v
Visitas imprevistas al salón de clase.
Son poco comunes. Se dan en los casos en que la escuela reúne a los
progenitores por cualquier motivo. Durante su estancia dentro del plantel, los
padres (principalmente las madres), aprovechan para reunirse con los
maestros y tratar ciertas situaciones suscitadas dentro de la institución, con
respecto a ésta o con relación al trabajo pedagógico que tiene con sus hijos.
Una
caracteristica más de los “Encuentros Informales”, es que a pesar de que se
llevan a cabo en lugares públicos y a la vista de todos; en el tratamiento de
los asuntos, no se invalida su carácter confidencial. La privacia existe aunque
ambos fuesen vistos y rodeados por gente.
En cuanto a lo
que respecta a los “Encuentros Formales u Organizados”, podemos decir que
básicamente son las asambleas generales y las juntas de grupo. Se caracterizan
por ser sistemáticos, realizarse con regularidad y dentro del salón de clase.
Las asambleas
generales, oficialmente reglamentadas, convocan a los padres de familia de toda
la escuela, para tratar asuntos con maestros y autoridades escolares
(director), sobre el mantenimiento de las instalaciones, la organización de
actos o festividades escolares, el establecimiento de ciertas reglas que
involucran a los alumnos en su conjunto y algunos aspectos de la administración
del colegio.
Las juntas
escolares, también autorizadas, buscan el logro de acuerdos y consensos. Desde
mi punto de vista, son las más productivas y significativas en la toma de
decisiones sobre aspectos dentro de la vida escolar de los alumnos. Estas
requieren de tiempo y esfuerzo, no solo del maestro sino también del padre. Son
reuniones no improvisadas, las cuales llevan una previsión por parte del profesor.
Su preparación supone considerar las exigencias de trabajo con el grupo, las
características y necesidades de los alumnos, y los intereses y expectativas de
los padres.
Representan el
contexto donde se comparten preocupaciones, experiencias, problemas,
satisfacciones y decisiones acerca del trabajo con los niños dentro del aula.
Reflejan, además, la capacidad y el conocimiento que poseen los maestros de su
grupo de alumnos y de papás.
En conclusión,
los “Encuentros Informales” son reconocidos, tanto por el maestro como por el
padre, como reuniones en donde se pueden
tratar aspectos de la vida escolar de su hijo y solucionar en conjunto los
problemas que inhiben su desarrollo intelectual y formativo.
Sus características son:
Ø
Informales.
Ø
Eventuales.
Ø
Esporádicos.
Ø
Con un matiz casual.
Ø
Privados.
Ø
Individuales.
Ø
Momentáneas.
Ø
A la vista de todos.
Su existencia
radica inicialmente en el hecho de que no existen horas y lugares
preestablecidos para que los padres puedan tener una platica privada con los maestros
sobre los asuntos que se relacionan con la educación del niño. Es así como los
“Encuentros Informales” pasan a ser parte de la vida diaria del plantel. Y que
aunque la escuela pone reglas para evitar distracciones durante la clase del
profesor, esta se encuentra de acuerdo con estas reuniones.
A diferencia de los encuentros antes mencionados,
los “Encuentros Organizados” son establecidos por los maestros y directivos de
la escuela en los casos que lo consideran necesarios y teniendo en cuenta la
disponibilidad de los progenitores. Buscan resolver problemas tanto del plantel
como de los alumnos en colaboración con los padres, y los resultados son
significativos en el desarrollo del contexto escolar y de los educandos.
Requieren tiempo, previsión, organización, y poseen flexibilidad para tratar
asuntos imprevistos que puedan sacar los papás.
Por otro lado, tanto los “Encuentros Informales”
como los “Encuentros Formales u Organizados”, pasan a ser una forma de
interrelación de los padres de familia con la escuela. Manteniéndolos al tanto
y pendientes de lo que sucede en ella y con sus hijos dentro de esta, pero lo
más importante, permitiéndoles participar. Es así como ayudan a construir, al
tener un interés común por el trabajo escolar de los niños y en colaboración
con los catedráticos, al colegio; de cierta forma se apropian de él.
La vida escolar la integran y desarrollan todos, y
no solo unos cuantos, y las características propias de estos actores que se
encuentran plasmadas en el contexto social en que esta inmersa la escuela, la
determinan, haciéndola única y especial con respecto a las demás.
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