“Justificación de la validez
de las propuestas en las diferentes etapas educativas de la enseñanza
obligatoria.”
José Cañas Torregrosa.
Todo cambio para el niño tiene que ser
estructural y justificado, siempre acorde con sus intereses y sus capacidades, y
además debe ser de una manera progresiva y sutilmente escalonada. En el caso de
la expresión teatral, la cual se inicia con el juego dramático en el jardín de
niños, tiende a sufrir con la difícil transición a la primaria. Lo más ideal es
que hubiese una continuación en el proyecto.
Su importancia radica en que los
juegos aprendidos y compartidos en los talleres de expresión y dramatización, o
en el propio juego dramático todos los niños aprenderán a conocer y a disfrutar.
El proyecto de trabajo consiste
en 6 fases, éstas son:
Fase A. Niños de 4-6 años:
Juego dramático. Nivel 1.
No plantear nada sino proyectar
sobre ellos actividades que les lleven –mediante la intuición- a descubrir
cosas, en situaciones reales y en otras imaginarias, pasando de unas a otras
mediante juegos dirigidos por el profesor-animador, mostrando una disposición
abierta a este tipo de trabajo. Como promotor y animador del juego dramático.
El viaje hacia la sala amplia
sea, en sí ya, una aventura envuelta en un juego que les ocupe justo el
recorrido desde su aula al lugar grande de los juegos. De este modo, la
atención de todos permanecería concentrada y se iría estableciendo así ese
salto mágico que les llevaría de lo real a lo imaginario.
Ya en la sala, se puede crear dos
zonas marcadamente diferenciadas: el País de la Realidad y el País de la
Fantasía. A la primera de ellas se accede directamente desde el paseo-aventura;
allí se acaba éste y será el lugar en donde se explica el juego o juegos que
queramos desarrollar, para lo cual, se pasará a la otra zona, que bien pudiera
estar decorada con aros, telas, globos, máscaras, marionetas, constituyéndose
el País de la Fantasía. En donde se practique juego dramático, juego qué, tras
finalizar, permitirá de nuevo pasar al País de la Realidad y practicar la
relajación e iniciar, después de ella, otro paseo-aventura que lleve de nuevo
al grupo a la actividad del aula.
Estas serían las etapas de esta
fase:
- Paso de una situación real a otra imaginaria.
- Juego dramático.
- Vuelta de la situación imaginaria a la real.
Fase B. Niños de 6-8 años:
Enseñanza Primaria, Juego dramático. Nivel II.
Los proyectos curriculares de
Centro y Aula deben de seguir contemplando con fuerza y renovado interés la
imagen del niño que practica actividades de carácter dramático. La ruptura es
tan fuerte y tan radical el cambio que muchos niños tardarán en asimilar y
aceptar la entrada a otra escuela. Admitiendo, pues, la creatividad, la
expresión y el juego como caminos alternativos. Con el juego dramático descubrimos
la posibilidad de hablar con otros códigos distintos, a expresarnos de otra
forma: con sonidos, con el cuerpo, con gestos, con señales… cada uno, a su
manera, con su ritmo. Ahondamos en los juegos de expresión.
Cada sesión (una hora y treinta
minutos) podría registrar las siguientes etapas:
- Calentamiento corporal. Duración aproximada: 10 minutos.
- Ejercicios de socialización. Duración aproximada: 50 minutos.
- Juego dramática. Duración aproximad: 30 minutos.
Fase C. Niños de 8-10 años:
Enseñanza Primaria, Juego dramático. Nivel III.
Los chicos aún disfrutan jugando
horas y horas. Los alumnos ahora abordarán el buscar el orden lógico de las
escenas. Vemos un desplazamiento cualitativo y cuantitativo de las actividades
de socialización por las del propio juego dramático. Este esquema de trabajo
tomará del siguiente las actividades referentes a máscaras y marionetas, así
como las creaciones colectivas. Con las creaciones colectivas, el niño entra de
lleno ya en el mundo del teatro, justo de la mano del tipo de teatro que más
puede beneficiarle: el suyo propio.
Cada sesión (una hora y treinta
minutos) podría registrar las siguientes etapas:
- Calentamiento corporal. Duración aproximada: 15 minutos.
- Ejercicios de socialización. Duración aproximada: 30 minutos.
- Juego dramática. Duración aproximad: 45 minutos.
Fase D. Niños de 10-12
años: Enseñanza Primaria, Taller de expresión dramática. Nivel I.
A esta edad se puede sustituir el
juego dramático por el concepto de taller de expresión dramática, que dará forma
a un taller de experimentación de técnicas corporales y dramáticas que abarcará
desde la psicomotricidad a la expresión corporal, o desde el ritmo a la improvisación. La
capacidad de razonamiento es, en esta fase del proyecto, notable; y la ayuda
del profesor-animador, en quien confía y a quién acepta y comprende, puede
resultar decisiva a la hora de encauzar positivamente estos razonamientos.
El juego dramático se puede
incluir si así se desea en el apartado de las improvisaciones, pero no será
ésta la única actividad dentro de dicho apartado. Se pueden incluir técnicas
auxiliares: máscaras, marionetas y muñecos de guiñol, teatro negro, teatro de
sombras, etc. Estas técnicas auxiliares serán como verdaderas plataformas que
proyectan los trabajos de creación del alumno en unión a otros niños
enmascarados todavía en su trabajo.
Se invita al niño a participar
con sus ideas en la creación de una historia, la formulación de un texto, y si
lo desea, a la actuación directa dentro de una representación realizada por su
grupo.
Cada sesión (duración aproximada:
dos horas) podría registrar las siguientes etapas:
- Relajación.
- Ritmo y psicomotricidad.
- Expresión corporal.
- Introducción a la danza.
- Vocalización.
- Juegos cooperativos.
Por Alejandro Valdés
Hernández.
3º “C” Licenciatura de
Primaria.
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